jueves, 12 de noviembre de 2009
viernes, 7 de agosto de 2009
Noche maldita de un jueves cordobés.
Un lugar que es un megamix de tiempos y espacios, ubicado en un lugar remoto.
Muchas caras conocidas, por suerte muchas otras no.
El elitismo democrático de una contraseña que vuela por la red, hoy todos somos Don Johnson. Guau!
Cuatro mujeres presentadas por un hombre dicen historias de ayer, hay una fiesta de hoy. Tres hombres son presentados con el nombre de una mujer dicen historias en otro idioma.
Un payaso, un luchador y una dormilona bailan frenéticamente.
El es un monigote oscuro su voz resuena sobre el murmullo de un lugar que no propicia el silencio. Igual nosotros escuchamos a quienes cuentan.
Algunos quieren ser reyes y su coronas de limón brillan, a otros no le importa ser llamados plastic boys aunque la suya se caliente mas que la negra exquisita con dejos a café tostado que nosotros disfrutamos.
La tinta azul de mi lapicera amarilla me recordó a la admiración del abuelo de una de las que cuenta, la misma que inculcaron los hombres de mi familia.
Ella parecía ser nadie, el protagonizaba, una palabra que para mi era NADA, luego fue LUJURIA, luego la mejor escena de sexo violento y apasionado que jamás haya visto.
v.sa. ...06.08.09
jueves, 2 de julio de 2009
Ideodrama
Había una vez un señor que cuando se lo miraba de atrás era fácil distinguir las formas que adoptaba su cabeza según las ideas que se le iban ocurriendo. Un día yo caminaba por una de esas calles igual a todas las demás, con mis ojos que se cruzaban por las juntas de las baldosas amarillentas cuando un cambio en el paisaje me hizo levantar la mirada. Era la cabeza del señor que no dejaba de cambiar de forma, ahora una flecha, ahora un círculo, después un triángulo, un ratito mas tarde algunas formas orgánicas que nunca pude adivinar. Dos cuadras caminé como sonámbula atrás de ese fenómeno con la intriga que me comía por dentro hasta que decidí apurarme y cruzarlo como el auto de un policía se cruza frente a frente con el auto del fugitivo, Discúlpeme, su cabeza comunica cosas pero no se cuál es el código para descifrar el mensaje, ¿podría ser tan amable de contarme todas esas cosas que está pensando? Aceptó, nos sentamos a tomar un café en alguna esquina de esas que con los ojos abiertos es igual a todas las otras pero si los cerrás se sienten las anécdotas y personajes que la distinguen de la de enfrente. Luego de un rato el señor de la cabeza expresiva terminó de contarme todas las ideas que se le habían ocurrido en esas dos cuadras y mis ojos brillaron.
Una madrugada me desperté con el cuello a la miseria, salió de mis adentros un gran ¡Pero che! ¿Acaso no podré dormir? y con los ojos medios achinados salí en búsqueda de un héroe que me permitiera descansar. Hurgando entre los cajones de un mueblecito restaurado lo encontré, decidí volver a mi cama pero en el camino algo llamó mi atención. En el gran espejo con marco dorado se reflejaba mi cabeza que mutaba sin cesar, ahora una flecha, ahora un círculo, después un triángulo, un ratito mas tarde algunas formas orgánicas. Me quedé mas dura que mi propio cuello y la fatalidad me inundó, ¿Me contagió? ¿Qué me contagió? ¿Moriré? Cuando mi ataque de paranoia se apaciguó decidí ser mi propio doctor, Tengo que sacarme esto de la cabeza, ¿dejo de pensarlo? No, mejor lo registro por las dudas que a alguien mas padezca de lo mismo. Así fue que prendí la lamparita de mi escritorio y empecé a escribir en mi cuaderno de hojas chiquitas, ese donde a veces anotaba los sueños que me acordaba, dicen que los creativos deben hacerle caso a los sueños. Pasaron un par de horas y seguía anotando y anotando, palabras sueltas, frases de autoayuda, slogans publicitarios, nada tenía sentido y mis ojos achinados terminaron por ser dos rayitas pegadas a una hoja chiquita.
La lamparita del escritorio crecía y la luz que salía de ella cambiaba frenéticamente de color, de las hojas chiquitas empezaron a aparecer objetos, personajes, formas geométricas, algunas letras sueltas que se habían corporizado, de pronto era una fiesta. Estos vaya-uno-a-saber-como-llamarlos bailaban sin cesar y sonreían. Empezó a caer gente al baile, mas letras, mas personajes, mas formas, ninguna se parecía a las que salieron de la hoja chiquita pero en el fondo eran como centenares de gemelos idénticos, entendí que salían de otra hojas, que antes habían estado en otras cabezas, que había otros como yo que sufrían de una cabeza dinámica.
Mis ojos volvieron a ser dos canicas y sin prisa pero sin pausa me alisté en la búsqueda de esas otras cabezas dinámicas. Salí corriendo a la calle y seguí corriendo alrededor del barrio con el poder de observación del mejor policía científico de Las Vegas, y entonces vi lo que me temía, todos padecían de cabeza dinámica, ¡Esto es una epidemia! Algunos parecían sanos a primera vista, pero luego con la avezada mirada de Grissom se distinguían formas sutiles bajo sus muchos o poco cabellos. Todas las caras eran grandes para todos los ojos chiquitos que denunciaban malas noches, todos los cuellos duros me decían que las cabezas de mis vecinos tampoco descansaban en el horario de descanso.
¡Esto no puede seguir así compañeros!, dije subida a una tarimita donde antes había estado parado un oficial que velaba por la seguridad de la plaza. Se la había pedido de manera educada, no quiero problemas con la ley. La masa aplaudió mientras sus cabezas se transformaban cada vez con mayor velocidad. ¡Nuestros cuellos ya no dan más! ¡Nuestros cuerpos necesitan descansar! ¡Algo tenemos que hacer compañeros!, seguía diciendo desde la tarimita moviendo mis manos como cualquier referente político debe hacer si pretende ser referente político. ¡Ciudadanos de mi ciudad debemos tomar cartas en el asunto! Esta es una situación que nos afecta a todos, que no tiene una respuesta visible, por esta razón es que llamo a la solidaridad. ¡Los edificios de alrededor de esta plaza serán empapelados y se repartirán lápices a todos, por favor pedimos su colaboración, necesitamos una solución a este gran problema!
Caminaba por las calles que rodean la plaza con una gaseosa en botella de vidrio que se calentaba por el contacto del material con mi mano, necesitaba una respuesta, una estrategia, cómo seguir con esto. Cuando pasaba frente al gran papel blanco que cubría la municipalidad vi a aquel hombre que me había contado sus pensamientos, fui hacia el, capaz el sabría decirme cual era el camino. Lo invité a tomar una cerveza, también en botella de vidrio, nos sentamos en la misma esquina de aquel día. Empecé a preguntarle sobre esta enfermedad, desde cuándo la padecía, cómo se la había contagiado. Mis padres sufrían de lo mismo, dijo, al igual q sus padres y los padres de estos y no se desde que generación vendrá. Cuando era niño empezó a suceder, un día, asustada, la maestra del colegio me mandó de vuelta a mi casa y le pidió a mi madre que no me llevara hasta que esto se detuviera, de ahí es que no terminé jamás el segundo grado, luego estudié por mis propios medios cuando el cansancio me lo permitía. Terminé por acostumbrarme y ahora puedo dormir bien, ya no es una molestia pero nunca supe cual era la causa. Estábamos terminando la cerveza cuando se oyó un ruido ensordecedor como si fuera una estampida de adolescentes gritonas tras un ídolo pop. Venía de la plaza, fuimos a ver que pasaba, luego de pagarle al blondo mozo el total mas la propina correspondiente. Eran millones de vaya-uno-a-saber-como-llamarlos descontrolados, eufóricos, saltaban y hablaban, se metían en todos los rincones. Atónita miraba la escena surrealista, trataba de entender. De los inmensos papeles blancos salían más. Me acerqué a la hoja que cubría la municipalidad, las palabras escritas por los vecinos no estaban mas, ahora bailaban sobre el caballo de la estatua, ese que está en el medio de la plaza. La gente estaba aterrada, que eran estas cosas que venían a invadir nuestro territorio, ¿por qué nuestra ciudad? Me abrí paso entre la extraña multitud y me subí a la tarimita. Con un grito a lo René puse fin a la algarabía y poniendo cara de seria, ¡Esto no quedará así! ¡Nadie invade nuestro pueblo! ¡Uniendo nuestras ideas lograremos combatir los males que hoy nos aquejan y echaremos a estos seres, si así pueden llamarse! Una “O” azul que estaba por ahí cerca empezó a gritar, los aplausos de los vecinos no me dejaban oírla, hasta que lo logré, Nosotros somos sus ideas y estamos hartos de las condiciones en que nos tienen, todo el día encerrados en un cráneo, algunos nos tienen en solo una parte pequeña y olvidada, ¿creen que es fácil? Queremos salir, queremos ser hechos, ya estamos aburridos de ser pensamientos.
La tarimita se movió como un samba en sus mejores épocas, mis ojos rodaron hasta que lo blanco se hizo negro, sentí un temblor y después nada. Volvió el blanco, una mancha roja, que luego fue un triángulo, me cacheteaba para que reaccionara. Cuando pude levantarme me topé con la imagen, bizarra si se quiere (ya a estas alturas nada parecía demasiado ilógico), de miles de ideas cacheteando a los vecinos desplomados por todo el lugar. Busqué a aquel señor y lo invité con otra cerveza, teníamos que pensar y esta vez sin las ideas en nuestra cabeza. Los dos afligidos, con las miradas, una perdida en el horizonte, la otra en la indeseada espuma dentro del vaso con cintura. De repente mi cabeza empezó a moverse, dolía un poco. ¡Tienes una idea! Dijo el señor, sonreí mientras buscaba una lapicera en mi cartera. Agarré una servilleta de esas que no limpian nada y anote lo primero que se me ocurrió: CONSENSO. Enseguida la palabra saltó de la inútil servilleta y la invitamos a sentarse con nosotros a hablar sobre la situación. Luego de varias botellas, terminamos de definir nuestra propuesta.
El señor y yo de un lado, CONSENSO y la “O” azul del otro, a nuestro alrededor el pueblo y las ideas mezclados esperaban una respuesta. Hablamos, se hizo de noche, se hizo de día, seguíamos hablando, hasta que alguien dijo, ¡Ya está todo dicho! Busqué mi apreciada tarimita y me subí. ¡Conciudadanos, Ideas! Hemos llegado a un acuerdo. Las ideas, pretenden ser hechos, serán hechos. Nos hemos comprometido a no dejar ni una idea en nuestras cabezas, en respuesta, ellas no molestaran dentro nuestro el tiempo que estén allí. ¡Nos uniremos para combatir los males que nos aquejan, y gracias a nuestra alianza con las ideas vamos a lograrlo! Volvió a sentirse un ruido ensordecedor, esta vez parecía agua golpeando contra techos de chapa a lo lejos, eran los aplausos de todos. Sonreí.
Me abrí paso entre la gente, esta vez en el sentido contrario, volví a mi casa, me dolía la cabeza, no eran las ideas era el hambre, hacía dos días que no comía, además de no dormir. Pasé por el mueblecito rojo y saqué otro héroe del cajón, esta vez no tuve que revolver. Caminé con los ojos medios achinados para mi habitación, el gran espejo con marco dorado me mostraba un sutil movimiento en el lado izquierdo de mi cabeza, di media vuelta y volví sobre mis pasos hasta llegar al lado del mueblecito rojo, prendí la lamparita y anoté en mi cuaderno de hojas chiquitas la idea que tenía en mente. Enseguida saltó y me saludó. Hola! Hola, ¿como estás? Perdoname pero necesito dormir, mañana serás un hecho. Buenas noches.
vale.s.a. 26.05.09
jueves, 18 de junio de 2009
EH! EJIDO HUMANO
Muerto rico
sábado, 6 de junio de 2009
EJIDO HUMANO - Un camino en sentido común
viernes, 29 de mayo de 2009
Crédula
Es fácil. Eso ya lo sé. Lo había pensado pero se me pasó. Mentira.
Es mentira, todo lo que digo es mentira, ellos ya saben y no me creen. Es mentira pero yo me lo creo. Siempre me lo creo. Hay días que me doy cuenta en sus caras que lo que digo es una mentira tras otra y no me creo. En seguida digo ya sabía que estaba mintiendo, pero sólo es otra mentira.
v.sa. ...28.05.09
Algo es algo
martes, 12 de mayo de 2009
Estroboscopía
No camino más, ahora duermo. Cuando duermo del lado derecho sueño que soy parte de un todo, un engranaje que aporta al desplazamiento de una aguja. Pero a veces duermo del lado izquierdo y sueño que mis acciones no alcanzan, que debo girar en falso hasta zafarme, que la repetición de eso que hago todos los días, todas las horas no es mi objetivo.
Vuelvo cansada, sigo caminando sin sentir el suelo, mirando para todos lados como quien trata de adelantarse a aquel que dirá ¡Piedra libre para todos los compas! Otra vez recuerdo el murmullo de las piedras, también recuerdo mi falta de claridad -¿Falta de claridad?, ¿Qué es eso?-, mi cabeza empieza con una rola de pensamientos que se ha vuelto rutinaria, me canso de pensar. Concluyo que no tengo en claro a que me refiero con falta de claridad y que aquel médico infiltrado entre nosotros tenía razón con eso de los tubos fluorescentes. Salgo del encandilamiento que me abstraía, el cuerpo me pesa, lo mejor es que me acueste. Pongo en marcha todos los rituales establecidos previo ir a la cama y algunos mas que, a falta de los primeros, yo misma inventé. Al fin me encuentro en posición horizontal. De espaldas al suelo que nunca toco, por alguna razón mi mirada se ubica en un punto del cielorraso. A veces las manchas de humedad se parecen a los personajes de mi infancia; a veces pienso que lo que pienso no es original.
Algo me molesta, una luz verde se prende y se apaga frenéticamente, no soporto mas las luces, quiero oscuridad, esa oscuridad donde nada se ve, donde a nadie le importa de que lado duermo.
v.sa. ...12.05.09
lunes, 6 de abril de 2009
Deseando estar en todos lados
Esperando ver el mismo norte que ves y poder ir siempre por tu camino, esperando que ese camino no se termine nunca. Esperando que veas el mismo norte que veo y que puedas ir siempre por mi camino, esperando que ese camino no se termine nunca...
Asi estoy hoy con una cabeza que va mas rapido de lo que me gustaria que fueran mis moleculas, con una alteracion emocional tan acongojantemente hermosa, con unas ganas teribles de vivir suelta de todas las cuerdas que me recorren, de convertir esas cuerdas, haciendo nuditos, un castillo donde no dejemos de crear...
v.sa. ...31.01.09
sábado, 14 de marzo de 2009
Batalla
Algo paradójico de esta batalla es que ambos son buenos y malos, debe ser por eso que nunca terminará y ambos vencerán en diferentes ocasiones. ¿Pero qué hace que estos sigan combatiendo y que uno pierda y otro gane momentáneamente? ¿Será por defender cada uno sus dominios? Dominios bastos y absolutamente diferentes, el de uno, radiante, de grandes ríos con hermosas islas, con grandes lugares donde hay pinturas raras que muestran historias ocultas, con grandes cines de películas que son mucho mas que una sucesión de imágenes para entretener, con hombres y mujeres mirándose a los ojos y sin decir una sola palabra se dicen todo, con sitios donde se emite música que hace imaginar lugares, personas, momentos, es un lugar donde las personas lloran y ríen al mismo tiempo donde no existe el fracaso sino la experiencia, donde los caminos no tienen un fin sino que son caminos, donde hay opciones correctas y otras que no, pero se eligen las dos total van a existir otras nuevas.
El dominio del otro bando, correcto, lineal, donde lo que se muestra es lo que se ve, donde la opción es la que conviene, donde los ríos son agua y tierra, donde el cielo es de color real y no del que querramos, donde escuchamos lo que nos dicen y hacemos lo que esta bien, donde los edificios son altos y con muchas ventanas que no dan hacia ningún lugar, donde no hay miradas sino solo ojos, donde las palabras dicen lo que significan y nada más, un lugar donde las personas piensan el amor y lo corrigen para que no duela.
La batalla durará los años que sean necesarios, es una lucha constante sin tiempos libres, una lucha donde se da la vida entera por esos dominios tan diferentes pero que en cierta forma son un solo lugar. Solo depende de nosotros elegir cual habitar.
Verde, Amarillo y Rojo
Listo, no hay mas nada que hacer. Solo esperar. Y si pienso mientras espero? Buena decisión! Pienso, viajo, divago, imagino personajes de colores fuertes, son dos, son enemigos, enemigos intimos. Uno es verde y el otro amarillo, los dos son fuertes, muy fuertes. Saben que son tipos importantes, imprescindibles para el pueblo, uno mas joven con la vigorosidad de las telecomunicaciones, otro adulto con los saberes que da la calle. Son gigantes, cada vez se hacen mas grandes, secuestran a las personas, las sueltan a cambio de pequeños montos de dinero. Sueltan un rehén, toman a otro, se hacen cada vez mas ricos y los rescates cada vez son mas caros. Compiten ferozmente. De repente los dos me miran, se que soy su próxima víctima, los dos me quieren, no uno, los dos! No tengo tiempo para decidir que hacer, cierro los ojos y meto la mano en el bolsillo. Con la mita de hoy me alcanza para pagarle a los dos, mañana veremos de que color es el horizonte, hoy no tengo tiempo que perder. Stop! Pongo freno a la película, me doy cuenta que llegue muy lejos con la pavada. ¿Por qué pensar en verde o amarillo? ¿Por qué decidir entre verde o amarillo? El hombre serio me mira con ojos de felicidad oculta, No lo lograste… Me subo a un doubledecker y pienso, ¿Por qué no verde, amarillo y rojo?
v.sa. ...14.3.9
domingo, 8 de marzo de 2009
Un taper...
Años mas tarde, varios años mas tarde aviso para no herir sentimientos de adultez repentina en nadie, del otro lado del Ecuador en una ciudad que fue poco y es todo, lejana e increíblemente propia, nacía la razón de mi texto, la asociación directa de este día, la excusa para una nueva reunión tupperware con mujeres divinas y una torta de limón glaseada que derrotaría a cualquier gigante. Y fue hoy que por primera vez en 22 años y pico tuve una tremenda necesidad de comprar un taper...
v.sa. ...26.2.9
sábado, 7 de marzo de 2009
1199
Esta vez, con el alma limpia y un pedazo de natura que se alzaba a nuestro lado como cuidando que los sonidos no se fueran por ahí y que se nos metan bien metidos hasta que la lucha sea el único pensamiento posible, con un compañero que cualquiera que crea en el amor me envidiaría y la felicidad colgada como un gran collar.
La guitarra frenética, mil lenguas y el mejor ejemplo de que de un colectivo de personas con ganas de mejorar no hay otro resultado que el mejor. Un bajo sostenido por un orco con el corazón de la novicia rebelde y un percusionista q luego fue cantante y nos hizo sentir en árabe. El pibe que vendió una revista y le pagaron con un sueño, que pisaba la peatonal y hoy pisa las nubes y una muchachita tan chiquitita que uno no sabia como hacia para guardar en ese cuerpecito tantas rimas.
Una fiesta. Un revoltoso que vence la seguridad, dos monos corren, un revoltoso enamorado que abraza a su ídolo, dos monos lo alcanzan, un revoltoso enamorado obstinado se aferra a su ídolo, dos monos tratan de sacarlo, un ídolo que devuelve el abrazo, un enamorado que sonríe, dos revoltosos que se van con la cabeza baja, quince millares que aplauden, todos queríamos ser el revoltoso enamorado.
Idas, vueltas, mas idas, mas vueltas, las supuesta certeza de que volverían porque la luz quedó prendida y que no es solo para iluminar todos los estandartes que desde el escenario nos pedían que volvamos a nuestro orígenes, que no permitamos la destrucción impune a los ojos del sol. De pronto una declaración de amor sublime, una invitación a elegir al corazón por sobre todo, y como durante mas de dos horas un montón de sensaciones brotando. Pero las luces se apagaron al fin y el reloj empezó a correr otra vez, nos dimos media vuelta y emprendimos el viaje por la nebulosa de tierra, cerré los ojos y lo vi diciéndome… “Vámonos a por la luna en el cielo, vámonos ya la luna se va, síguela no muera la noche, síguela, acelera ya! “
v.sa. ...6.3.9