miércoles, 29 de diciembre de 2010

Gloriosas citas de ayer y de hoy... #1

¿A donde vamos a ir a parar si se apaga Valderramas?
Cada vez que mi papá lo decía me imaginaba un balde de metal, como los que se ven en el vecindario del Chavo, con un montón de ramitas ardiendo. Nada que ver, ya lo sé. Pero cuando lo veía Valderramas agitar la mota amarilla en la cancha, la imagen era parecida. Sospecho que tampoco hablaba de ese Valderramas, pero era el que yo conocía.

1, 2, 3, Tararira!
No puedo no pensar en los Plei, los García y nosotras, todos engalanados con la frente en alto, suponiendo bailar un tango para terminar en el ridículo. Luego de años de persecución a la mujer amarilla, donde cada género pertenecía a un bando y solo nos tocábamos para meternos la traba, el absurdo nos unió en la danza. 1, 2, 3, Tararira fue una institución en nuestro crecimiento, tanto como la bagna cauda.

Trabajando, trabajando al sol. En el campo de concentración.
En la época que los cassettes todavía pisaban fuerte, mis abuelos me regalaron un equipito que tenía FM/AM y, claro, pasacassette. Fue un símbolo de mi incipiente independencia. En un de lo muchos compilados que tenía estaba esta canción de los Twist. La melodía era extremadamente simpática, ni hablar de la voz de Cipollatti. De panza al piso, mirando el equipito, la cantaba alegre. En el fondo me imaginaba campos sembrados y muchas mujeres craqueladas por el sol. Me parecía mal, entendía l ironía, la apreciaba. Dos años después fui a ver La Vida es Bella. Me horroricé.

v.sa 22.12.10

El drama de la No Hoja en blanco

Ayer me pasó algo terrorífico. No tenía qué escribir pero aún peor fue saber que no tenía donde. Subida a un bondi de dos pisos, navegando las pampas carnosas, me propuse usar mi vil birome marketinera. El paisaje sojero no es de lo mas inspirador pero algo iba a salir. Saco mi cuaderno y...la fatalidad! Ni un cuarto de carilla donde garabatear. Fue trágico como esa vez que quise empezar el gimnasio y no tenía la calza dri-fit, o cuando me decidí por natación y no tenía bañador olímpico. Decepcionante como cuando quise pintar mi obra maestra y no tenía trementina como cundo quise aprender a cantar y me di cuenta que no tenía voz.
Ayer se truncó mi carrera como escritora de best sellers. Buscando ese cachito de blanco entre tanto tachón se me escapó EL concepto para un libro de autoayuda. Derrocaba a Bucay en la primera frase, y con la segunda ya tenía en la bolsa a Coelho y a Osho. Bucay es más fácil, no es tan original. También perdí un par de ideas para un libro de cuentos infantiles que, de publicarlos, estoy segura que la de Harry Potter sería una indigente al lado mío y Ma. Elena Walsh tendría que abrazarme y pedirme perdón por las nimiedades que me hizo leer. También podría cantarme algo si quiere, "la naranja se pasea...", por ejemplo, "...de la sala al comedor...". La sala. Eso que me faltaría si quisiera decorar mi casa. ¿Cómo se decora una casa si no tiene sala y tiene kitchenette? Kitchenette, suena a producto de limpieza.

v.sa 22.12.10

jueves, 2 de diciembre de 2010

Espantapájaros...

Tristeza de saberme derrotada
por mi oscuro reflejo.
Ver las palomas que se alejan
de mis hombros con espinas.
No hermosas aves, ni desagradables ratas,
ya no son amigas,
me ignoran, no son nada.

En el fondo del pozo
predomina el hedor a agua estancada.
Una babosidad espesa me sostiene.
Sin caer, creo ver sus manos.
Mi inestabilidad lo destartala,
no será mi remolque.
El peso muerto vence la crema,
caigo y sigo cayendo,
pastosa,
sin siquiera sentir la adrenalina del suicida.

v.sa. 09 o 10 . 2010